Una ruta emprendedora y vanguardista en la educación universitaria puertorriqueña

     El Recinto de Ponce de la Universidad Interamericana de Puerto Rico es una comunidad de aprendizaje continuo, un punto de encuentro para el quehacer académico e investigativo y un centro de innovación en la gestión universitaria.  Éste ha sido reconocido por sus extraordinarios servicios de apoyo a la docencia y al estudiantado, catalogados como de la más alta calidad por diversas entidades acreditativas, y validados por importantes premios internacionales en estándares de excelencia educativa.  Se distingue, además, por su administración efectiva, su solidez financiera, sus edificaciones vanguardistas, su avanzada tecnología y por el valor profesional de su talento humano.  Todos estos pilares le han posicionado en el sitial predominante que ocupa hoy día en la educación superior en Puerto Rico.

     Los inicios del Recinto de Ponce se remontan a la década del sesenta, con la apertura de un Centro de Extensión del Recinto de San Germán en la Iglesia Metodista Robinson de la calle Villa en Ponce.  Éste surgió como respuesta al reclamo de la sociedad sureña ante la necesidad de un centro educativo a nivel universitario, ya que para ese entonces la Ciudad Señorial contaba con tan sólo uno.  El modesto centro comenzó a operar con apenas cuatro salones, un director, un profesor y un conserje.  Dos años más tarde, el centro se mudó a la calle Marina, Esquina Jobos, en el espacio que se conoce como la Casa Forneris.  Luego, en el 1965, a la calle Castillo.  A tan sólo tres años de su apertura, el Centro de Extensión de Ponce experimentó un incremento considerable en sus estudiantes matriculados y pasó a convertirse en un Colegio Regional. La oferta académica estaba dirigida a preparar y certificar maestros, así como en el campo de la administración de empresas.  Por otro lado, la facultad del Colegio se enriqueció de los mejores talentos en las áreas de educación, finanzas, contabilidad y derecho, incluyendo un nutrido grupo de exiliados cubanos que aportaron una nueva visión de mundo en la pedagogía.  Es bajo esta nueva estructura que el Colegio también asume la dirección y supervisión del Centro de Extensión que posteriormente se convertiría en el Recinto de Guayama.

     En la década de los ochenta comenzó la construcción de los primeros edificios del campus principal en su actual y muy privilegiada ubicación al costado de la Autopista Luis A. Ferré, número 52.  Estas nuevas instalaciones, que contaban en aquel entonces con cuatro edificios, se inauguraron en el 1985.  Tres años más tarde se consagró su Capilla Ecuménica a la memoria y honor del Rdo. Abelardo Díaz Morales, misionero y pastor bautista.  Desde entonces ésta fue un centro para el fomento de la fe cristiana y los valores ecuménicos de la Universidad.

     Al inicio de la próxima década, el Colegio adoptó una misión particular orientada a la preparación de profesionales en áreas de educación, salud y gerencia, así como en áreas técnicas de la empresa, la industria y el comercio, con un énfasis especial en el uso de la tecnología y la formación humanística.  En 1992 se convirtió en un Recinto Universitario, como resultado de un aumento en la matrícula de estudiantes, crecimiento en programas académicos e incremento en la complejidad operacional. Las próximas dos décadas se caracterizaron por una transformación radical del Recinto liderada por las Rectoras Marilina Wayland y Vilma E. Colón.  Durante la incumbencia de la Prof. Wayland, se constituyó la primera Junta Asesora del Recinto, compuesta por representantes de los sectores comercial, empresarial y gubernamental.  También fue aprobada la nueva misión del Recinto, que establecía tres áreas o prioridades específicas: el fortalecimiento del proceso enseñanza-aprendizaje, el brindar servicios de calidad a los estudiantes y la incorporación de la tecnología en los procesos académicos y administrativos de la gestión universitaria.

     En la década de los noventa, el Recinto vio sus primeros desarrollos en la adopción de tecnologías emergentes y en la incursión en modalidades no tradicionales de estudio.  Se propulsó un cambio en la cultura académica del Recinto, movilizando la adopción de la tecnología en el proceso de enseñanza-aprendizaje.  Es en esta misma década que se establece un Centro de Cómputos local, y con él, la conectividad de la Internet.  Durante el año académico 1991-1992 se estableció el Centro para el Desarrollo de la Instrucción, con el propósito de asistir a los profesores en el uso de las computadoras dentro de sus cursos y programas académicos.

     El siguiente año académico, ante la preocupación por una mejor calidad de vida dentro de la comunidad universitaria, el Recinto decidió adoptar e implantar la filosofía de Calidad Total en la Gerencia.  Ese mismo año se recibió la visita de la Junta Evaluativa de la Middle States Association, que avaló el compromiso, la dedicación y el liderato de la comunidad universitaria, la efectividad y eficiencia de los servicios prestados, la planificación comprensiva, el desarrollo de la facultad y el uso de la tecnología.  Asimismo, destacó al Recinto como líder educacional dentro de la Institución y de la comunidad universitaria puertorriqueña.  Ese mismo año académico también marcó el desarrollo del Centro de Recursos Educativos y del Centro de Desarrollo Preescolar, así como el comienzo de una propuesta de fondos externos, cuyo propósito era fomentar la tecnología en el proceso de enseñanza-aprendizaje.  Esto último apuntó al inicio de lo que se convertiría en el distintivo del Recinto en años subsiguientes: la educación a distancia.

     El año académico 1994-1995 fue uno de transformaciones significativas, donde gran parte de los esfuerzos estuvieron encaminados al desarrollo de una cultura institucional tecnológica.  Prueba de esto fue que el 46% del presupuesto operacional del renglón de Instrucción, estaba destinado al plan de desarrollo de la facultad en las nuevas tecnologías.  Durante ese año se completó el proyecto del laboratorio de comunicaciones y la emisora de radio 1490AM, la cual transmitía una programación producida por los estudiantes y demás miembros de la comunidad universitaria.  Igualmente, se estableció la primera sala de teleconferencias, espacio que posteriormente sería utilizado por diversos cursos.  Al finalizar el año, se había implantado el uso de la computadora en una treintena de cursos.  Del mismo modo, se otorgaron cuentas de correo electrónico a 1,250 estudiantes y se lanzó el portal electrónico del Recinto [http://www.ponce.inter.edu].  Por otro lado, la oferta académica creció exponencialmente.  Así también se inauguró el World Trade Information Center  ̶̶ un centro de desarrollo de comercios y laboratorio para estudiantes de comercio internacional ̶  y comenzó el proyecto subvencionado con fondos externos Upward Bound, dirigido a estudiantes de dos escuelas superiores del Municipio de Juana Díaz. Por último, durante ese año académico el Recinto fue reconocido por diversas organizaciones.  La Profesora Wayland recibió el premio “Valor del Año” en la Categoría de Educación, que otorga la Cámara de Comercio de Ponce y Sur de Puerto Rico y el Premio de Servicio Josefina Obeso otorgado por la Federación Puertorriqueña de Mujeres Profesionales y Negocios. Mientras, el Noel-Levitz Group confirió al Recinto el premio de “Retention Excellence Award”, otorgado a aquellas instituciones que evidencian logros importantes en la retención de los estudiantes.

     En el 1995 ocurre la incursión del Recinto en lo que posteriormente se convertiría en Educación a Distancia.  El programa comenzó con la iniciativa de una profesora, la Dra. Sharon Clampitt, quien al buscar resolver el problema de la escasa matrícula en sus cursos de especialidad y establecer un nicho en su disciplina, se aventuró a trabajar cursos bajo esta modalidad. Esto, con el curso English as a Second Language, el cual se caracterizó por tener la primera estudiante a distancia que residía fuera de Puerto Rico, Linda Baily, de la Universidad de Montana.  Asimismo, en el 1996, a través de una propuesta de innovaciones educativas se crea el curso “Redacción y Composición”, diseñado por las doctoras Migdalia Pérez y Gilda Gely.  Por otro lado, el Recinto sostuvo una sólida presencia en la comunidad a través de proyectos como la Exhibición Goya en Puerto Rico y la Conferencia Anual del Club de Roma.  Finalmente, en el año académico 1996-1997 se dedica el Teatro del Recinto al ilustre cantante Antonio Paoli.

     En septiembre de 1997, la profesora Wayland fue sucedida por la doctora Vilma E. Colón. Previo a su nombramiento, la Dra. Colón fue Decana de Estudios del Recinto, lo que le permitió tener una visión dual de la administración universitaria. Bajo su audaz dirección visionaria, se ha consolidado un equipo de trabajo emprendedor.  Juntos han dotado al Recinto de Ponce de un excelente e innovador programa de estudios universitarios, de una amplia gama de servicios estudiantiles y de un andamiaje administrativo eficiente y eficaz.  Es durante su incumbencia que el Recinto se convierte en pionero en el establecimiento de un Programa de Educación a Distancia, mediante la adopción e integración de las nuevas tecnologías en los procesos académicos, administrativos y estudiantiles.  Asimismo, es cuando se implantaron innovadores y trascendentales proyectos como la Gerencia de Matrícula, la Gerencia Académica y el Recinto Virtual. Entre los logros de la Dra. Colón también se destacan el establecimiento de ocho centros de estudios cibernéticos y el desarrollo del Programa de Educación a Distancia, que al momento cuenta con 22 programas totalmente en línea. Su mirada audaz, propició el diseño y la implantación de diversas estrategias de promoción, reclutamiento, fortalecimiento de la imagen del Recinto y retención de estudiantes.  Estas han redundado en un crecimiento significativo en la matrícula de estudiantes durante la última década, convirtiendo al Recinto de Ponce en la segunda unidad académica más grande del Sistema Universitario.

     Durante el año académico 1997-1998, se instaló un circuito cerrado en los salones de clase del Recinto, con el cual se podía acceder a más de tres mil títulos y materiales audiovisuales.  Este sistema también se utilizaría para realizar videoconferencias mediante señal satelital.  En el 1998 fue aprobada una reestructuración administrativa algo radical: la creación de la Gerencia de Matrícula.  Esta estructura integraba las oficinas de Admisiones, Registraduría, Asistencia Económica y Recaudaciones, mejorando los servicios estudiantiles.  Cabe señalar que este proyecto fue luego institucionalizado.  De igual manera, se desarrolló e implantó el concepto de la Gerencia Académica, una estructura cuyo propósito era articular los esfuerzos académicos y administrativos de apoyo a la docencia.  Ésta estaba compuesta por un Gerente, los Directores de Departamento Académicos y un personal de apoyo técnico y administrativo. Ese mismo año se incorporó el Programa de Carreras Cortas y se inició un proyecto piloto para el desarrollo de un programa de estudios en línea.  Esto provocó un cambio significativo en la operación del Recinto.  Primero, se destacó una organización presupuestaria y administrativa encaminada al éxito de la Educación a Distancia, y segundo, se implantaron unas medidas para asegurar la integridad y excelencia académica en los cursos, entre ellas, el establecimiento de los custodios de exámenes.

     En el 1999 la Rectora fue seleccionada miembro de la Junta de Síndicos de la Escuela de Medicina de Ponce, coyuntura que permitiría eventualmente el desarrollo del Departamento de Ciencias de la Salud. A finales de la década de los noventa, se adquirió una plataforma cibernética para el ofrecimiento de los cursos en línea, que hoy día se conoce como Blackboard.  Para esa época también se recibió la autorización del Consejo de Educación Superior de Puerto Rico para el ofrecimiento de estudios a nivel graduado y en modalidad completamente a distancia para cinco bachilleratos y dos asociados.

     El nuevo milenio apuntó la nueva trayectoria del Recinto de Ponce.  En la primera década del siglo veintiuno, el Recinto cambió de categoría de Nivel II a Nivel III, como resultado del crecimiento de la oferta académica y de la matrícula, así como del acreciento de la complejidad operacional.  En el primer quinquenio de la nueva década, también se dieron nuevos desarrollos en la infraestructura física, mediante la construcción de un segundo piso en el Edificio del Centro de Acceso a la Información, la expansión del Edificio Académico, la ampliación de los estacionamientos, la instalación de un sistema centralizado de acondicionadores de aire por medio de flujo de agua fría, la edificación de un Complejo Deportivo, la remodelación de varios pisos en edificios existentes y la rehabilitación de un edificio arrendado a la Escuela de Medicina de Ponce como el moderno Departamento de Ciencias de la Salud.

     Con el propósito de conducir a una mayor eficiencia y efectividad en los servicios académicos, se aprobó la nueva estructura administrativa del Decanato Asociado de Servicios Tecnológicos de Información Académica en enero de 2000.  Este decanato fusionó el Centro de Acceso a la Información, el Centro de Desarrollo Instruccional y el Centro de Información Audiovisual bajo una estructura encaminada hacia la Educación a Distancia, los servicios tecnológicos y el acceso a la información.  Años más tarde, parte de esta estructura evolucionó a lo que en el presente se conoce como el Decanato Asociado de Educación a Distancia.

     Dos años más tarde, la Junta de Síndicos de la Universidad Interamericana de Puerto Rico aprobó la solicitud de cambio de visión y metas del Recinto.  Los cambios en la misión contemplaron la inclusión en la oferta académica de programas graduados, programas a distancia, certificados profesionales y del componente de investigación.  Esta fecha también marca uno de los momentos históricos del Recinto y de la Universidad: el desarrollo del concepto de los Centros de Estudios Cibernéticos (CEC), un concepto novel en Puerto Rico.  En el 2001 se inauguró el primero en Plaza del Caribe, convirtiendo a la Inter en la primera institución universitaria de Puerto Rico en ofrecer sus servicios desde un centro comercial.  Al presente existen ocho de estos centros adscritos al Recinto de Ponce en los municipios de Ponce, Coamo, Yauco, Juana Díaz, Villalba y Adjuntas.  También hay uno en el Fort Allen en Juana Díaz, el primero dentro de una base militar.

     En marzo de 2003 se recibió nuevamente la visita de la Middle States Association, la cual resultó en la re-acreditación –con elogios y sin señalamientos– del Recinto.  Además, esta agencia aprobó e incorporó el ofrecimiento de programas a distancia en el documento de acreditación del Recinto. Varios meses más tarde, el Recinto recibió la autorización del Consejo de Educación Superior de Puerto Rico para ofrecer programas a nivel de maestría en Educación y en Justicia Criminal.  Durante el año académico subsiguiente, el Recinto firmó un acuerdo de colaboración con la Ponce School of Medicine.  Este acuerdo fue fundamental en el desarrollo de nuevos programas y del Departamento Académico de Ciencias de la Salud.  Ese mismo año se estableció el programa de Weekend College para responder a una necesidad de preparación académica a estudiantes que poseían grados asociados y técnicos en Justicia Criminal o Enfermería.  En abril de 2004 se inauguró la Sala Dra. María Teresa Babín, la cual alberga una valiosa colección de libros autografiados, documentos inéditos, cartas y memorabilia de esta insigne escritora ponceña.  Al concluir el año académico, durante la ceremonia de colación de grados, el Recinto graduó sus primeros seis estudiantes a distancia.  En el próximo quinquenio, el Recinto fue testigo de una transformación verde al reforestar, ajardinar y embellecer los espacios abiertos.  La naturaleza cobró un lugar de preponderancia en el paisaje del campus universitario.

     El año académico 2004-2005 marcó el posicionamiento estratégico del Recinto a nivel nacional e internacional.  En primer lugar, el Consejo de Educación Superior aprobó el Centro de Estudios Cibernéticos de Plaza del Caribe como un Centro de Extensión.  Igualmente, aprobó el Centro de Extensión de Coamo, primer centro de extensión para los programas de certificados en toda la Institución.  Segundo, el Business Initiative Directions (BID) reconoció al Centro de Estudios Cibernéticos de Plaza del Caribe con el premio Arch of Europe for Quality and Technology, galardón otorgado a empresas que cumplen con los mayores estándares de calidad. En tercer lugar, el programa de estudios a distancia continuó con su crecimiento dentro y fuera de la Isla.  Para esa fecha, el Recinto contaba con 58 estudiantes a distancia que residían fuera de Puerto Rico.  Finalmente, al concluir el año se graduaron los primeros cuatro estudiantes de Maestría.

     El siguiente año académico el Recinto cosechó los frutos de muchas de sus iniciativas transformadoras.  Por ejemplo, el Business Initiative Directions (BID) reconoció el liderazgo, la calidad, excelencia, proyección y prestigio del Recinto con el Premio Estrella Internacional a la Calidad.  Asimismo, la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico premió a la Dra. Vilma Colón como Valor del Año en la categoría de Educación y la Asociación de Industriales de Puerto Rico a la Sra. Myriam Martínez, Gerente de Matrícula, como la Gerente del Año de la Región Suroeste.  Esta organización también otorgó al Recinto el premio QUEST 2006 por su proyecto de Educación a Distancia, convirtiéndolo en la primera institución educativa del País en competir y logar este reconocimiento.

     En el 2006 se inauguró el primer centro cibernético inter-empresarial dentro de la fábrica Hamilton Sundstrand en Santa Isabel.  Consecuentemente, los Centros de Estudios Cibernéticos adscritos al Recinto de Ponce recibieron dos importantes distinciones: el Century International Quality ERA Diamond Award del Business Initiative Directions en reconocimiento por ser modelos de gestión de Calidad Total.  El Recinto obtuvo el premio QUEST 2007 de la Asociación de Industriales de Puerto Rico por los proyectos implantados en el Centro de Acceso a la Información. Así también, este campus universitario fue reconocido por su liderazgo y excelente trayectoria en beneficio de la calidad de la educación por el Consejo Iberoamericano en Honor a la Calidad Educativa. Durante los siguientes cuatro años, el Recinto expandió sus horarios de prestación de servicios estudiantiles y desarrolló varias plataformas cibernéticas para proveer servicios 24/7.  Entre éstas se destacan los portales del Decanato Asociado de Educación a Distancia y el de la Capellanía Universitaria.

     El 21 de octubre de 2007 el Recinto fue sede de la celebración del Centenario de la Iglesia Episcopal de la Diócesis de Puerto Rico.  Este trascendental evento fue presidido por la Obispa Primada Reverendísima Katherine Jefferts Schori, y contó con la asistencia de más de dos mil delegados de todas las parroquias, misiones e instituciones diocesanas.  Cuatro meses después, en colaboración con la Diócesis y el Hospital Episcopal, el Recinto firmó un acuerdo con el Colegio de Supervisión Pastoral y Psicoterapia con el fin de colaborar con las certificaciones en Educación Clínica Pastoral.

     Próximo al fin de la primera década del siglo veintiuno, el Recinto adoptó una filosofía de concienciación ambiental.  La Alianza Energética otorgó el segundo lugar al Recinto por contar con uno de los mejores programas de conservación de energía en la Isla en el 2008.  Por tal razón, en el 2009 implantó el proyecto de Recinto Verde, mediante el cual formalizó todos sus esfuerzos de reducción de desperdicios sólidos y consumo energético.  Ese mismo año estableció una Academia de Capacitación Interna de Empresas Esbeltas para adiestrar al personal administrativo en la filosofía de LEAN Enterprise, gerencia de proyectos, servicio al cliente y las herramientas de mejoramiento de procesos críticos, KAIZEN BLITZ.  Además, la Rectora se incorporó a la Junta del Desarrollo Integral del Sur (DISUR), gestión que viabilizó múltiples proyectos con agencias gubernamentales.  Como resultado de estas iniciativas académicas y administrativas, el rotativo de negocios Caribbean Business nombró a la Dra. Vilma E. Colón como “Mujer Sobresaliente”, y la Asociación de Industriales de Puerto Rico al Ing. Víctor A.Feliberty-Ruberté, Decano de Administración, como “Gerente de Servicio del Año 2009,” a nivel nacional.

     Para el año académico 2009-2010, el programa de Educación a Distancia continuaba solidificándose, con un 46% de la matrícula total del Recinto tomando al menos un curso en línea.  Paralelamente, la oferta académica del Recinto estuvo en continuo proceso de evaluación y desarrollo. Durante ese mismo año, el Recinto inauguró otro Centro de Estudios Cibernéticos, esta vez, en el Municipio de Adjuntas. Además, recibió el premio International Quality Crown que otorga el Business Initiative Directions por la calidad en servicio ofrecida en sus Centros de Estudios Cibernéticos. Por otro lado, ese mismo año, el Recinto incursionó en el uso de las Redes Sociales para propósitos educativos, de imagen y de promoción, posicionándose nuevamente como universidad de vanguardia.  Asimismo enfatizó la educación en los valores cristianos-ecuménicos promulgados por la Junta de Síndicos de la Institución, a través de las distintas actividades académicas y estudiantiles que realizó durante el año, y a través de su proyecto de responsabilidad social. Uno de los esfuerzos más significativos de este proyecto fue el adiestramiento de varios líderes comunitarios de la región sur en el uso del Internet, la redacción periodística, el uso de las redes sociales para el activismo y la creación de blogs comunitarios. Esta iniciativa ha visto su continuidad por medio de los esfuerzos del Comité de Responsabilidad Social y Gestión Comunitaria y su proyecto educativo de servicio y voluntariado: Cogiendo calle.

     Al inicio del siguiente año académico, el Recinto inauguró el Centro de Estudios Cibernéticos de Fort Allen, para extender sus servicios a una nueva población: los militares. Al mismo tiempo, el World Confederation of Businesses otorgó el premio The Bizz al Recinto de Ponce, en reconocimiento a su excelencia empresarial, tomando en consideración su liderazgo, sus sistemas de gestión, la calidad de sus servicios, sus proyectos de responsabilidad social empresarial y sus logros en el cumplimiento de sus metas.  Este premio nuevamente le fue conferido el verano del siguiente año.  Posteriormente, en febrero de 2011, el Recinto fue sede de la celebración del nonagésimo noveno aniversario de la Universidad Interamericana de Puerto Rico.  La actividad, que llevó por nombre Ruta 99, reunió a más de cuatro mil empleados, estudiantes y exalumnos de la Institución.  En abril de ese mismo año, el Municipio Autónomo de Ponce reconoció el proyecto de Recinto + Verde, mediante la otorgación de la Bandera Verde. Es junto a este gobierno municipal que el Recinto de Ponce desarrolló el Parque Ecológico Urbano, a inaugurarse durante la celebración del Centenario de la Institución.

     El Recinto de Ponce se perfila en el país como un laboratorio de ideas, compitiendo en las nuevas tendencias y afirmando su posicionamiento en excelencia académica y la gerencia universitaria, fundamentado en ocho principios:

  1. Alto grado de responsabilidad docente, gerencial y administrativa
  2. Diversificación de sus ofrecimientos académicos
  3. Desarrollo y apoderamiento de su talento humano
  4. Maximización de sus recursos humanos y físicos
  5. Solidez financiera y bajo nivel de endeudamiento
  6. Reingeniería de procesos y de la estructura organizacional
  7. Excelentes controles internos del manejo del presupuesto
  8. Inversión en obras capitalizables con fondos propios

     Con una visión de futuro y una voluntad de transformación incesante, el Recinto de Ponce continuará siendo una comunidad de aprendizaje continuo, donde se le da énfasis a la creación e implantación de nuevas iniciativas.  De esta manera el Recinto ha atemperado sus ofrecimientos académicos y servicios estudiantiles a las necesidades cambiantes de la sociedad puertorriqueña y del mundo globalizado, enfrentando eficaz y proactivamente los retos del nuevo milenio. Por tanto, ha apostado a la Educación a Distancia como la educación del futuro. En esta dirección, actualmente, el Recinto cuenta con 13 programas subgraduados y dos programas graduados con nueve especialidades que se ofrecen completamente a distancia, posicionando al Recinto como líder en la educación en línea con una oferta de 22 programas bajo esta modalidad.

     Se reafirma entonces la meta del Recinto de Ponce de fortalecer su posicionamiento local e internacional, contribuyendo a través del conocimiento a la era de la globalización de la educación y la economía.  Para lograrlo, el Recinto de Ponce buscará consolidar sus vínculos con organizaciones sociales, cívicas, gubernamentales y empresariales que promuevan y fortalezcan el desarrollo de profesionales educados, particularmente hacia la creación nuevos centros de investigación y desarrollo en los diversos campos del saber.